In five minutes

16/12/2022 | By Arguments

Antonio Rojas

Arguments

catechesis

la chispa

">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2022/12/en-cinco-minutos-1.jpg"> Hay personas que desagradan a pesar de sus méritos, y otras que agradan a pesar de sus defectos. -François de La Rochefoucauld- Estaba un día en unos grandes almacenes cuando vi a un amigo rebuscar entre un montón de objetos de regalos. —¡Hombre, Fran! ¿Qué buscas con tanto afán?, le dije. —¡Maldita sea, Antonio! —me respondió—. Estoy buscando un regalo para mi mujer, pero no encuentro nada que me guste. ¡Vaya lata! ¿Para qué tenemos que hacer tantas tonterías de cumplidos ni gaitas?          —Oye, pues no lo hagas.          —¿Cómo que no lo haga? Si no lo hiciese, ella me mataría. Estábamos en estas cuando aparece Bea. —¡Anda, Bea! ¿Qué haces por aquí en horario de trabajo?   —No te lo vas a creer, pero mi jefe me envió aquí para comprar un regalo a su mujer. Y, ¿sabes qué te digo? Si mi marido enviase a otra mujer a comprarme un regalo, lo «mataría».           Curioso, pensé. Estamos rodeados de objetos amorosos de regalos, y en cinco minutos he oído dos tentativas de asesinato. No es consecuente que exijamos a los demás —hijos, alumnos, amigos, familiares— el que aprendan amor, responsabilidad y alegría de vivir, al tiempo que no les ofrecemos, apenas, modelos de comportamiento. A las pruebas me remito: Fran maldiciendo rodeado de objetos de regalos, o Bea comprando regalos para la mujer de su jefe. Hay empresas que se dedican a entregar regalos. Se llama por teléfono a la empresa y ella se encarga de escoger el regalo y llevarlo a quien sea en donde sea. Llegan los elegantes trabajadores de la empresa y entregan al interesado el regalo de parte de…, regalo que ha escogido cualquier desconocido, no la persona que hace el regalo. Desde mi punto de vista, esto no es un regalo. Puro formulismo social sin corazón. La excusa siempre es la misma: no tengo tiempo, pero lo cierto es que tenemos tiempo para lo que queremos, para lo que valoramos. Y si no encontramos tiempo para tener un detalle con una persona, es porque hay cosas que —al menos momentáneamente— valoramos más que a esa persona. Obviamente, el día tiene 24 horas, y esas horas las empleamos en unas cosas o en otras. Hay quienes encuentran tiempo para hacer deporte ?por ejemplo? y quienes no hacen deporte, porque no tienen tiempo. En conclusión. Dedicamos grandes regalos para ocasiones especiales ?y eso está muy bien?, pero, en el día a día, es más práctico y asequible obsequiar con lo mejor que tenemos: nuestro tiempo, cinco minutos.

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