Ayuda a la mujer embarazada

01/11/2014 | Por Arguments

1. ¿Qué es el proyecto Ángel? El proyecto Ángel es un proyecto de la Iglesia, especialmente desde las parroquias, para dar una atención individualizada a las personas que se encuentran ante un embarazo difícil, por inesperado o porque se haya detectado cualquier tipo de problema al niño. Se les da una ayuda integral, no sólo material, sino también acompañamiento psicológico y espiritual. Aunque el proyecto se llame Ángel, hay tres figuras: el rescatador, que actúa en el momento de crisis cuando se decide si siguen o no adelante con el embarazo; el ángel, que acompaña a lo largo de todo el embarazo y los primeros meses del niño; y el facilitador, que va a buscar los recursos que necesita esa familia para salir adelante, casi siempre dentro de las redes asistenciales de la Iglesia, y en especial de Cáritas. 2. Cuando una  mujer acude a ustedes tras un aborto, ¿en qué consiste el tratamiento que se le da para que supere ese trauma? La finalidad del Proyecto Raquel es ofrecer a las personas implicadas en un aborto provocado una atención individualizada a través de una red diocesana de sacerdotes, consejeros y psicólogos y psiquiatras. Esta atención individualizada supone acompañarlas en un proceso psicológico y espiritual de sanación y reconciliación. Este proceso se va realizando en 3 grandes fases: la primera de ellas, desahogar todas las experiencias que ha tenido y comprender la verdad de lo ocurrido, la segunda de ellas y que es el corazón de Raquel el abrirse al perdón, y una tercera de despedirse y pasar el duelo por el hijo perdido. 3. El padre es siempre el gran olvidado. ¿En qué consiste el proyecto  que han puesto en marcha con motivo del aumento de padres que acuden buscando ayuda? Cada vez era mayor el número de varones que acudían a Proyecto Raquel en busca de ayuda. Padres que sufrían por la pérdida de sus hijos en un aborto provocado en los cuales ellos habían jugado papeles distintos : a veces se habían enterado a posteriori, otras veces habían consentido sin oponerse, algunos incluso habían aconsejado a sus parejas qué era lo mejor, pero todos lo viven con un gran sufrimiento y muy en silencio. Lo que hemos preparado es una adaptación de Proyecto Raquel para  los varones más acorde a su psicología y a su forma de vivir el drama del aborto para poder darles una atención más individualizada y ayudarles a ellos también a sanarse y a reconciliarse. 4. En relación a la pregunta anterior, una de los argumentos que se utilizan en la defensa del aborto es, “Nosotras parimos, nosotras decidimos”. ¿Qué papel cree que juega o debería jugar el hombre? Nada ha hecho más daño a la mujer que ese eslogan, es tu decisión significa “ es tu problema” y tu cargaras con las consecuencias tanto si lo tienes como si no. Esto ha permitido al hombre que se desentienda absolutamente y que sea ninguneado en el caso de que no quiera desentenderse, que por otra parte tampoco es un caso inusual. El que se haya eliminado al hombre y se le haya despojado de su paternidad es un gran daño tanto para la mujer que queda sola y aislada, un gran daño para el hombre al que se niega su propia identidad masculina y todo derecho y responsabilidad y obviamente para el niño concebido. 5. En ocasiones parece que el movimiento provida solo se preocupa de la vida del bebé y se olvida de la madre. Como presidenta de una asociación provida de la Iglesia Católica, ¿qué opina sobre esto? La ideología de género nos ha ido introduciendo en  la idea de que los  intereses de madre e hijo se  contraponen: los derechos de la mujer prevalecen sobre los del niño, el hijo como enemigo de la madre, como aquel que coarta su libertad y destroza su vida. Pero esto no es así, no existen bienes contrapuestos, el aborto es un mal para el niño y también un mal para la madre y la vida es siempre un bien aunque no sea en las condiciones que a priori parezcan más apropiadas. Esto no es sólo una convicción teórica, tenemos la experiencia de cuantas veces un embarazo inesperado ha sido un bien increíble para la vida de la madre. La iglesia se ocupa y se preocupa de los dos, acompaña a la madre no solo durante el embarazo sino después de él buscando no solo el nacimiento del niño sino ayudarla en todos los aspectos de su vida e integrarla en la familia de la iglesia. Esto es aún más evidente en el caso del Proyecto Raquel, incluso cuando la madre cae en el aborto y ya no hay niño, la Iglesia tiende la mano de la Misericordia divina para acoger a la madre ( y no solo a la madre sino a toda la familia) y buscar su sanación y reconciliación.

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