Y no dejar de decir «gracias», porque es una manera de tener presente lo que te ama, y que a veces te lo demuestra en una cena romántica, y más cotidianamente, en bajar la pila de ropa acumulada por planchar.
Y perdonar con rapidez no se improvisa. A veces la falta de este perdón cotidiano puede crear una bola peligrosa.
No se trata de ceder, se trata de consensuar. Aprender a conjugar el nosotros.
Ideas para tener buenas conversaciones.
La importancia de conocerse a fondo, de ser expertos en el otro, de hablar de cualquier tema, abarca la sexualidad del matrimonio, por supuesto.
Cuando el matrimonio es cosa de tres. Si quieres leer cada uno de estas ideas más desarrollada, te invitamos a que visites el artículo original, publicado en #MakeLoveHappen