Beatificación de Álvaro del Portillo (II): Los asistentes

30/09/2014 | Por Arguments

#BeatoÁlvaro

beatificación Álvaro del Portillo

La “muchedumbre” que acudió a la beatificación de D. Álvaro del Portillo sería calificada al día siguiente por el Prelado del Opus Dei, Mons. Echevarría, de “reunión familiar, unida por el amor a Dios y el amor mutuo.” En Valdebebas (Madrid) se dieron cita personas de distintas razas y culturas. Cada cual con su historia particular, única. Sin embargo, en todos había algo en común: la fe y el amor a la Iglesia. Unos, como Macarena, de Gijón (Asturias), acudió por la devoción que sus padres le inculcaron hacia D. Álvaro. Destaca la emoción que sintió cuando “el niño que tuvo el milagro – el chileno José Ignacio Ureta, de once años– fue con las reliquias”.

Beatificación de D. Álvaro del Portillo
Macarena con un grupo de Gijón (Asturias)
Otros, acudieron en familia. Este es el caso de Javier, quien fue “de forma particular” y allí se juntó con un grupo de conocidos y una organización del colegio de sus hijos. Para ellos, D. Álvaro es una figura que les “llena mucho. – y consideran que– a nivel familiar era muy interesante no perderse este acontecimiento histórico.” Este grupo de familias representados por Javier se quedan con “el mensaje del Papa”. Dicen que les ha “llegado muchísimo. Ha sido un mensaje muy cariñoso y entrañable, de una persona que realmente nos conoce y nos aprecia.” Consideran que “el momento inicial del propio acto de beatificación es el culmen de toda una vida”. Les gustó el desarrollo la ceremonia: “el silencio que ha habido en los momentos en que se necesitaba, la piedad y lo bien que se ha vivido por parte de todo el mundo”.
Beatificación de D. Álvaro del Portillo
Javier, tercero por la izquierda, arriba con su familia y amigos
Entre los presentes, también encontrábamos grupos de amigos como en el que se encontraban Santi, Ricardo y Victoria, de Madrid. Santi contaba que para él, D. Álvaro había sido “un cauce en la vida […]un gran hombre que ayudó a muchas personas, sabiendo [encontrar] el momento de ayudar.” Ricardo quería vivir un “momento memorable [y] dar gracias a Álvaro del Portillo”. Le ha impresionado la cantidad de asistentes: jóvenes, sacerdotes, voluntarios… Con ellos también se encontraba Victoria. Allí esperaba “obtener mucha gracia de Dios y conocer a gente cristiana.” “Venimos todos unidos, porque es una ocasión muy especial para los cristianos – afirmó–. […] Le tengo mucha devoción a D. Álvaro, me gusta mucho cómo ayudaba a S. José María, su humildad,…” (por detrás comentan que se encomienda frecuentemente a él).
Beatificación de  D. Álvaro del Portillo
Arriba, de izquierda a derecha: Ricardo, Santi y Victoria
Rocío y Mª Carmen, de Moratalaz (Madrid), se encontraban en compañía con un club. La primera estaba allí para acompañar a sus amigas. Dice que quieren “seguir el ejemplo de D. Álvaro ”. La segunda comenta la importancia de la persona del nuevo beato “para los cristianos y para que el Opus Dei saliera a delante”.
Beatificación de  D. Álvaro del Portillo
Mª Carmen y Rocío (Primera y segunda por la izquierda respectivamente)
Algunos llegaron desde más lejos, como Jonatan, Sebastián, Sergio y Felipe, de Bogotá (Colombia). Los cuatro coinciden en destacar la humildad del beato Álvaro. Además de participar en este acto, aprovecharán para conocer España y Francia y peregrinar a Lourdes y Turín.
Beatificación de  D. Álvaro del Portillo
De izquierda a derecha: Jonatan, Sebastián, Sergio y Felipe

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