Sois sorprendentes llevando la alegría de ser católicos a la gente y eso les molesta a los que odian a la Iglesia porque tenéis una fuerza tremenda y les da miedo a que puedan ir perdiendo sus tronos. De vosotros, los jóvenes depende que este sea un país católico en el futuro.
Sois sorprendentes llevando la alegría de ser católicos a la gente y eso les molesta a los que odian a la Iglesia porque tenéis una fuerza tremenda y les da miedo a que puedan ir perdiendo sus tronos. De vosotros, los jóvenes depende que este sea un país católico en el futuro.