¿Por qué la Iglesia prohíbe tantas cosas relacionadas con el sexo?
Vivimos en un mundo hipersexualizado. Las referencias al sexo son continuas en la televisión, los anuncios, el cine, la literatura, la moda, la música, el arte, la diversión… Y puede parecer que la Iglesia se opone a todo lo que se refiera al sexo, a todo lo que nos gusta, a lo placentero. Esto es una gran mentira.
La Iglesia es la institución que más valora el sexo. Tanto es así que si una persona no puede practicarlo, no puede casarse. Y por si fuera poco, ha elevado a la categoría de Sacramento esta unión. La relación de amor y entrega entre esposos es reflejo y el modelo más parecido al amor de Dios por la Iglesia. Justo por eso lo protege y lo eleva, para evitar rebajarlo y prostituirlo. Lo más sublime, cuando se desordena, se desvirtúa hasta convertirse en lo más insignificante y vulgar.