Lucía Martínez Alcalde, portavoz de Arguments, ha tenido la suerte de poder viajar hasta Río para vivir desde allí la JMJ. Su primera experiencia JMJ fue en Colonia. En Madrid 2011 trabajó de voluntaria, y en esta ocasión asiste como peregrina a Río. A lo largo de los próximos días, incluiremos en nuestro blog las noticias y testimonios que pueda enviarnos desde allí. Nos ha asegurado que el cansancio no será problema: mientras consiga un hilillo de wifi que la una con el resto del mundo, nos mantendrá informados. Aquí va su primera aportación:
«Comenzamos el espíritu JMJ antes de llegar a Río. Nuestro avión hacía escala de nueve horas en Charlotte (USA), así que aprovechamos ese tiempo para comer, conocer un poco la ciudad e ir a misa.
Esperando el autobús que nos llevaría a la ciudad, se nos acercaron dos alemanas, atraídas por las dos mochilas de la JMJ de Colonia que llevábamos dos de nosotros. Nos preguntaron si íbamos a Río, y nos dimos cuenta de que coincidiríamos en el mismo vuelo por la noche. Nos fuimos a comer juntos y nos fuimos contando experiencias de otras JMJ.
Asistimos a la misa en una iglesia vietnamita (como mi vietnamita es un tanto deficiente, no entendí demasiado, pero seguimos la ceremonia con especial recogimiento, muy metidos ya en el ambiente pre-JMJ). El párroco nos deseó una buena JMJ y nos pidió oraciones para él y para su parroquia.
El avión a Río espectacular. Como el metro de Madrid 2011: grupos de diferentes países, muchísimos jóvenes, sacerdotes, religiosos, algún obispo…
Nuestras respectivas familias de acogida nos fueron a buscar al aeropuerto. Después de una ducha y de probar el mate, el cansancio de 29 horas de vuelo desapareció».
¿Qué buena idea, Lucía, la de publicar este diario. Una forma muy bonita de seguir la JMJ los que no hemos tenido tanta suerte como tú de vivirlo «in situ».
Me parece muy interesante que metas anécdotas de lo sucedido en estos días como el encuentro con las alemanas, la misa vietnamita y la pareja de ancianos (no recuerdo ahora si has dicho que eran chicanos). Ahí se ve la catolicidad de la Iglesia y el bien que hace el sentirla ta palpable (lo dice » una joven de 60 años» que ha vivido la JMJ de Colonia y la de Madrid). Yo desde aquí encomiendo que, cada día,y, a pesar del cansancio, puedas encontrar ese»hilillo de wifi» que necesitas para escribir y mandarnos tu diario. Un beso grande, como diría tío Pepe…CONTINENTAL.