"Tarsicio y los leones", un libro sobre los primeros mártires narrado para niños

Ramón Díaz Perfecto (Pamplona,  1996) ha escrito en Alexia Editorial la novela "Tarsicio y los leones", dirigida fundamentalmente al público juvenil e infantil,  acerca de la vida de este joven romano que dio su vida por ser coherente con fe.

Como el propio autor describe en la Sinopsis: "Me llamo Tarsicio y te recomiendo que dejes de leer esta contraportada cuanto antes. Pero, por si eres de una de esas personas a las que no les importa que les destripen las historias, ahí te va: Nací en Roma hace mucho tiempo, en una época en la que la diversión típica de un niño de mi edad era ir al Coliseo a ver leones devorando gente, cristianos a poder ser. Salvo por ese pequeño detalle, no creo que tu vida y la mía sean muy diferentes. Voy al colegio, me gusta hacer deporte y tengo dos amigos que no cambiaría por nada en el mundo. Los cristianos como yo vivíamos bastante tranquilos hasta que, un día, el emperador se levantó con dolor de cabeza y decidió que se había cansado de nosotros... Pero es que ya estamos entrando en spoilers, así que me callo. Mejor ponte a leer el libro, que es mucho más interesante que este rollo que te estoy contando".

¿Quién fue san Tarsicio y qué es lo que te inspira de su vida que te llevó a escribir Tarsicio y los leones?

San Tarsicio fue un mártir romano del siglo III. En el año 258, el emperador Valeriano proclamó un edicto según el cual todos los obispos, presbíteros y diáconos debían ser inmediatamente ejecutados. En medio de estas circunstancias, el joven Tarsicio recibió el encargo de llevar la Eucaristía a unos prisioneros que aguardaban el martirio. Con sus apenas doce o trece años, se esperaba que pasara desapercibido a la atenta mirada de los carceleros. Mientras se dirigía hacia su objetivo, fue sorprendido por unos chicos paganos que le pidieron que les entregara lo que llevaba encima. Tarsicio se negó a «entregar las perlas a los cerdos», según las palabras del Papa Dámaso. En su intento por arrebatarle el tesoro, los paganos acabaron golpeándolo hasta la muerte. ¿Qué fue lo que me inspiró? Que Tarsicio entregó su vida para proteger la Eucaristía a una edad en la que mi mayor preocupación era aprobar francés. Con apenas doce años, entendió que el tesoro que custodiaba no era simplemente algo santo, bueno y precioso, sino el mismísimo cuerpo de Cristo, y que era preferible recibir una pedrada a permitir que fuera profanado. La madurez de fe que Dios le concedió a una edad tan temprana me parecía fascinante.

San Tarsicio es un personaje de los primeros siglos del cristianismo del que sabemos poco. Imagino que tuviste que hacer un trabajo de investigación, ¿nos puedes contar brevemente el proceso de génesis del libro?

La información que nos ha llegado sobre este santo es, efectivamente, escasa, pero lo que sabemos sobre los primeros cristianos es mucho. Mi profesor de arqueología, Javier, y los estudios de algunos académicos me ayudaron a meterme en el día a día del siglo III: de qué estaban hechas las galletas que desayunaban y si comían jamón serrano; cuándo iban al foro y cómo eran sus casas. He querido contar la historia de un chico normal, con una familia normal, que va a una escuela normal; al que le cuesta levantarse temprano para ir a misa y se enfada con sus hermanos pequeños. Puede que las circunstancias hayan cambiado, pero el hombre sigue siendo el hombre, con sus penas y sus glorias, hoy y en el siglo III. Esto es lo que nos permite seguir disfrutando de historias que sucedieron en momentos tan alejados en el tiempo.

¿Cómo se cuenta a un niño la historia de un martirio?

No debería ser más difícil que contársela a un adulto. La muerte del mártir solo se comprende a la luz del amor que la inspira, y el amor de los niños a veces es más puro que el de los mayores. Recuerdo que, cuando era pequeño, no me gustaba el vino, pero también recuerdo que mi comida favorita era el chuletón. De vez en cuando algún pariente decía: «No le des chuletón al crío, que no lo sabe apreciar. Que se conforme con una hamburguesa de McDonald's». ¡Pero yo sí que sabía apreciar! Con este ejemplo tan tonto lo que quiero decir es que muchas veces los niños entienden más de lo que suponemos. Evidentemente, hay asuntos complejos que les superan. Pero el amor no es complejo, sino sencillo, y la historia de todo martirio es una historia de amor. Cuando entra la lógica del “adulto”, el martirio deja de tener sentido: ¿Para qué entregar la vida? ¿No sería mucho más eficiente salvarla y seguir haciendo otras grandes obras de caridad? Un niño no se plantea esas disquisiciones; un niño entiende sin problemas que Tarsicio eligió la mejor parte.

¿Cuál ha sido hasta ahora la reacción de los lectores?

A mi madre le ha parecido el mejor libro de la historia, pero ¿qué otra respuesta cabía esperar? Aparte de familiares y amigos, me han llegado ecos de muchas personas que lo han leído y les ha encantado; que han reído y han llorado. Pero lo que más alegría me da con diferencia es escuchar historias de chavales a los que el libro les ha ayudado a amar más la Eucaristía. Hace poco me contaron de una chica que, durante su convalecencia en el hospital, había pedido recibir la comunión todos los días, porque quería amar a Jesús igual que san Tarsicio. ¿Qué más puede esperar un escritor?

El libro abre con una cita del Evangelio: «Bienaventurados los que ahora lloran, porque reirán». ¿A qué aspecto de la historia hace referencia?

La idea de abrir el libro con esa frase surgió muy al principio del proyecto. Pienso que define a la perfección la esencia de la historia, porque define a la perfección la esencia de cualquier historia que tenga a un mártir como protagonista. Nietzsche acusó al cristianismo de haber acabado con la alegría de la vida. Y supongo que podría utilizar Tarsicio y los leones para reforzar su tesis:  ¡Un libro para niños en el que el protagonista muere apedreado! ¡Qué manera de matar la felicidad! En realidad, pienso que la vida es igual de dura para todos, cristianos o no. La diferencia es que nosotros sabemos que todas las tristezas de este mundo son nada en comparación con lo que nos aguarda, y gracias a esa esperanza podemos ser, ya ahora, más alegres que los que viven con la mirada pegada al suelo. En el libro imagino a Tarsicio como un chaval alegre y divertido, que se lo pasa bien con sus amigos, que bosteza en las homilías del presbítero y se enfada con el compañero pagano que se burla de su fe. A la vez, todos estos eventos tan cotidianos tienen como telón de fondo el edicto del emperador Valeriano. Muchos parientes y amigos de Tarsicio han sufrido persecución y martirio. No creo que circunstancias de este tipo llevaran a los primeros cristianos a tener un carácter apocado, a ser personas incapaces de disfrutar de la vida, abrumadas por el peso de una responsabilidad demasiado grande para sonreír. No. Pero tampoco los imagino como unos inconscientes ante el dolor. Prefiero pensar a Tarsicio como un santo con la madurez suficiente para llorar la muerte, y la sencillez necesaria para reír la vida; como alguien que entendió que la felicidad en esta tierra nunca es completa, pero que la vida eterna comienza ahora. Algunos me han dicho que leyendo el libro han tenido ganas de reírse y de secarse las lágrimas por momentos. Y me alegro mucho porque es algo que buscaba: reflejar que en esta vida hay épocas mejores y peores que otras, pero que lo habitual es que lo triste y lo alegre marchen entrelazados, a veces incluso en el mismo día.

Aparte del protagonista, ¿nos puedes hablar de algún otro personaje y qué podemos aprender de él?

Aparte de Tarsi, mis personajes favoritos son sus dos amigos inseparables, Tonelete y Lucía. La suya es una amistad pura, desinteresada, más típica de la infancia que de la madurez, pero que debería ser el ideal también para los mayores. Esto no quiere decir que sea una amistad boba. La sombra de la persecución enrecia el carácter de estos chicos, pero sin hacerles perder su sencillez. Tonelete es un antihéroe regordete, cuyas dos pasiones son comer y pensar. Él es el apoyo incondicional de Tarsi. El que va a estar ahí en las buenas y en las malas. El que comprende cómo se siente. El que nunca se va a enfadar y por el que Tarsicio daría su vida. Es pagano, y representa al filósofo del mundo antiguo que busca sinceramente la verdad. De los tres, Lucía es la única con un poco de sentido común. Ella tiene un carácter más apacible que Tarsicio, y es la que le ayuda a bajar los pies a la tierra cada vez que se imagina en el Coliseo luchando con los leones, ofreciendo su vida en testimonio heroico de la fe. Gracias a ella, Tarsicio va descubriendo que el martirio no es una hazaña que se conquista con las propias fuerzas, sino un regalo inmerecido, y que no puede aspirar a ser santo quien no es capaz de perdonar al compañero pagano que se burla de su fe.

Un libro sobre la historia de los primeros mártires contado para niños.

¿Dos virtudes que creas que caracterizan esta historia?

Déjame decir tres: fe, esperanza y caridad. Pienso que son las tres virtudes que cambiaron el mundo antiguo, y cualquier novela sobre los primeros cristianos girará necesariamente en torno a ellas. Sin su presencia, las acciones de los protagonistas de esta historia carecerían de sentido. Serían locos descerebrados. Y supongo que algo así podrían haber pensado en ocasiones sus conciudadanos paganos. En el libro se narran martirios, y muchos de los diálogos están basados en actas de los primeros siglos. Son conversaciones que manifiestan una esperanza muy profunda en un mundo invisible; una fe en que el nuestro es un Dios por el que vale la pena entregar la vida, porque la muerte no es el final; porque toda la fuerza, el poder y la pompa de Roma son nada en comparación con el imperio de Cristo. ¿Por qué no salvarse quemando un granito insignificante de incienso? Porque, a veces, el precio a pagar por salvar el pellejo no es solo un granito, sino toda una vida de felicidad.

Mártir significa “testigo” en griego. ¿Cuál crees que es el valor del testimonio en la transmisión del mensaje cristiano?

Dar testimonio es, en mi opinión, la expresión que mejor describe la misión del cristiano. Lo dice el mismo Jesús: «Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad». A veces se tiende a reducir el testimonio al comportamiento exterior; a lo que la gente percibe del cristiano desde fuera, al margen de lo que este predique. En realidad, dar testimonio significa afirmar la verdad, y esto se puede hacer de muchas maneras. No hay que olvidar que Jesús dice esta frase cuando está siendo juzgado precisamente por las palabras que han salido de su boca: «Yo soy el Mesías», «yo soy rey», etc. Los cristianos no solo estamos llamados a dar buen ejemplo, sino a anunciar la salvación a todos los hombres. Estos dos aspectos de la misión –predicación y coherencia de vida– no deben entenderse en clave dialéctica. Más bien es preferible pensar que la palabra predicada es causa de la coherencia de vida, de modo similar a como el alma es causa formal del cuerpo, o a como Dios transforma el mundo a través de su Verbo creador. Los cristianos estamos llamados a dar testimonio de la verdad demostrando que la palabra tiene un poder transformador, en primer lugar, en nuestra propia alma. Tarsicio es un ejemplo de esto. Al proteger la Eucaristía con su vida, está demostrando que su fe en la presencia real de Cristo transformó su corazón, hasta el punto de llenarlo de un amor tan grande que fue capaz de «entregar la vida por sus amigos».

El Tiempo Ordinario

Es Tiempo Ordinario es un tiempo distribuido a lo largo de 33 ó 34 semanas, no seguidas. En él, a diferencia del resto de tiempos fuertes (Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascual) no se celebra ningún aspecto concreto del misterio de Cristo, sino todo el misterio completo. Esta es la razón por la cual se le denomina “Tiempo Ordinario”. El color propio de este tiempo es el verde, que simboliza la esperanza en la segunda venida del Señor. 

Podemos comparar el Tiempo Ordinario con un gimnasio, donde nos ejercitamos para encontrar a Dios en los acontecimientos diarios, crecemos en virtudes, en santidad… Porque todo es ocasión de amar a Dios, de salvación, en tiempo de gracia de Dios. ¡Todo es gracia para quien está atento y tiene fe y amor! 

Se divide en dos “partes”. Una que transcurre tras la Epifanía y el Bautismo del Señor hasta el comienzo de la Cuaresma. Y la segunda, desde después de Pentecostés hasta el Adviento, que comienza tras la solemnidad de Cristo Rey

El espíritu del Tiempo Ordinario queda bien descrito en el prefacio VI dominical de la misa: “En ti vivimos, nos movemos y existimos; y todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas de tu amor, sino que poseemos ya en prenda la vida futura, pues esperamos gozar de la Pascua eterna, porque tenemos las primicias del Espíritu por el que resucitaste a Jesús de entre los muertos”.

Poner a Cristo en el centro de nuestra vida ordinaria 

La vida cristiana es sencilla, no se necesitan cosas extrañas o difíciles; basta poner a Jesús en el centro de nuestras realidades cotidianas. Para ello el Papa Francisco nos aconseja tres cosas para poner a Jesús en el centro de nuestra vida: 

  1. Reconocer a Jesús: “El primero es conocer a Jesús para reconocerlo. En su época muchos lo reconocieron pero también muchos lo persiguieron hasta matarlo. ¿A mí me interesa conocer a Jesús?, ¿o quizás me interesa más la telenovela o las habladurías o las ambiciones o conocer la vida de los demás? Para conocer a Jesús existe la oración, el Espíritu Santo. El Espíritu Santo hace después el trabajo. Esta es la semilla. Quién hace germinar y crecer la semilla es el Espíritu Santo”. “No dejéis de cultivar cada día vuestro trato de amistad con Cristo, preguntándoos con frecuencia: `¿Qué haría Jesús en mi lugar?” “¿Qué puedo hacer por parecerme cada vez más a Él y llevarlo a los demás?. Buscadlo en la oración, en los sacramentos, en todas las circunstancias de vuestra vida y también en las personas que os rodean: amigos, familiares, compañeros de estudio, y en las más necesitadas y olvidadas del mundo, en quienes se refleja de manera especial el rostro de Cristo”.
  2. Adorar a Jesús: "Además de adorar al Señor, hay que darle las gracias. La oración de adoración en silencio": "Existe una pequeñas oración que hacemos, el Gloria "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo", pero muchas veces la decimos como loros". "Tenemos que aprender a adorar con las pequeñas oraciones y el silencio ante la grandeza de Dios, adorar a Jesús y decir: "Tú eres el único, tú eres el principio y contigo quiero permanecer toda la vida, toda la eternidad. Tú eres el único". Y echar fuera las cosas que me impiden adorar a Jesús".
  3. Seguir a Jesús: “La vida cristiana es sencilla, es muy sencilla, pero necesitamos la gracia del Espíritu Santo para que despierte en nosotros esta querencia de conocer a Jesús, de adorar a Jesús y de seguir a Jesús. Y por esto hemos pedido al inicio de la oración colecta al Señor saber qué tenemos que hacer, tener la fuerza de hacerlo en la sencillez de todos los días, porque para ser cristianos no son necesarias las cosas raras o difíciles”.

"Que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que ames a Cristo", San Josemaría

Buscar a Cristo en la oración. Y la oración nace en primer lugar de la fe: sólo rezamos verdaderamente si nos ponemos en presencia de Dios. “Me has escrito: "orar es hablar con Dios. Pero, ¿de qué?" —¿De qué? De Él, de ti: alegrías, tristezas, éxitos y fracasos, ambiciones nobles, preocupaciones diarias..., ¡flaquezas!: y hacimientos de gracias y peticiones: y Amor y desagravio. En dos palabras: conocerle y conocerte: "¡tratarse!", San Josemaría, Camino 91. Dialogando con Jesús lograremos contemplar todos los sucesos de nuestra vida con sus ojos; y, por tanto, le buscaremos con obras, dándole todo lo que nos pida.

Si a veces te cuesta rezar, porque no encuentras el momento, porque tienes muchas cosas que hacer, te recomendamos este post: 7 ideas para rezar todos los días si eres católico y estás muy ocupado.

El amor no entiende de vacaciones

¿Por qué el verano ha de ser un obstáculo en tu relación con Dios? ¿Desde cuándo el tiempo es un factor condicionante del amor? Si lo pensamos fríamente es absurdo. Es como si le dijéramos a Dios: «Te quiero, pero ahora como hace calor y tengo más tiempo, olvídate de mí esta temporada…«.

Nuestra fe, nuestro cariño al Señor, no puede depender de lo de fuera, ni del frío y el calor, ni de si me van bien o mal las cosas…

Para que no te pase esto, te dejamos 9 ideas para que el verano sea un punto y seguido en tu relación con Dios. Es más, para que en lugar de enfriarte, tu vida de piedad, tu amor a Dios, crezca más y más estos meses. ¿Cómo? Sigue estos 9 tips para vivir un verano que merezca la pena:

  1. Descanso sí, pereza no.
  2. Hazte un horario, pero un horario que mole.
  3. Pon a Jesús en el centro de tu día.
  4. Date a los demás.
  5. Santos de copas.
  6. No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma.
  7. Lee para formarte y tener criterio propio. 
  8. Disfruta y cuida de la «casa común». 
  9. A Jesús se va y se vuelve por María.

Adviento

¿Qué es cuándo empieza el Adviento?

El Adviento es el tiempo de preparación para celebrar las fiestas de Navidad. Empieza cuatro domingos antes del día de Navidad (25 de diciembre). El inicio del tiempo de Adviento marca el inicio del nuevo año litúrgico.

La palabra adviento viene del latín ad-venio que significa “venir, llegar”.

A su vez, el Adviento, está dividido en dos partes:

¿Cuál es el sentido del Adviento?

El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor. Es un tiempo privilegiado con una triple finalidad:

  1. Recordar el pasado: celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació allí. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Se hizo hombre, igual a nosotros excepto en el pecado. Fue su primera venida, la que se recuerda.
  2. Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente la presencia diaria del Señor en nuestras vidas. Es necesario estar siempre en vela para reconocerlo y caminar por sus caminos, que son de verdad, justicia y en amor.
  3. Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la segunda venida de Jesucristo cubierto de gloria y con poder para juzgar a vivos y muertos. Es la Parusía. Para prepararnos hemos de vivir como hijos de Dios, haciendo siempre el bien de la mano del Señor. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna en el cielo con Él.

Meditaciones para cada día del Adviento

Un libro electrónico donde cada día del Adviento podrás considerar una breve reflexión o narración de los hechos de los Evangelios de manos de San José y la Santísima Virgen. Se trata de acompañar a la Sagrada Familia en este camino de preparación para el nacimiento de Jesús. Y que junto a ellos, vayamos preparando nuestro corazón para que no nos pille por sorpresa.

Como está en formato PDF, te resultará sencillo descargártelo, y podrás llevártelo contigo en el móvil. De este modo es más fácil aprovechar esas idas y venidas en el metro o en el bus, ese rato muerto después de comer o ese descanso en el estudio, para leerlo cada día. Deja que esas palabras se conviertan en el comienzo de un diálogo con Jesús. Déjale entrar en tu corazón para que ponga orden, para que limpie la suciedad y reine la paz.

¿Cuál es el sentido cristiano de la corona de Adviento?

La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea consistente en encender velas en el invierno para representar el fuego del dios sol y pedirle que regresara con su luz y calor durante el inverno. Los misioneros cristianizaron esta costumbre dándole contenido cristiano a muchos símbolos que estaban presentes en ella.

Los tres grandes protagonistas del Adviento

Durante el Tiempo de Adviento la Iglesia posa su mirada, y nos invita a hacerlo también, sobre tres personajes que ayudan a vivir este tiempo de espera del Señor con autenticidad. Ellos son los protagonistas de este tiempo tan crucial en el que esperamos la venida del Salvador. Nos referimos al profeta Isaías, a Juan el Bautista, y a la Virgen María.

Domingo Gaudete

Se llama Domingo Gaudete al Tercer Domingo de Adviento. Gaudete es una palabra latina que significa gozo; gozo y alegría por estar cerca la venida del Señor.

Recursos para vivir mejor el Adviento

El Adviento es un tiempo litúrgico en el que la Iglesia nos anima a prepararnos para el nacimiento de Jesús. Para conseguirlo, te facilitamos algunos recursos.

Un calendario de Adviento para rezar por la vida

El calendario de Adviento no es otra cosa que «una cuenta atrás» hasta la Navidad. Sirve para ir descontando los días que quedan desde el comienzo del Adviento hasta Nochebuena, y abarca desde el 1 al 24 de diciembre. 

Hemos descubierto un adventario muy especial. Se trata de un calendario de Adviento Provida, realizado por CareNet, una organización evangélica cristiana de centros de embarazo de crisis que opera principalmente en los Estados Unidos. Cada semana de Adviento proponen una reflexión y unas intenciones por las que rezar, teniendo en cuenta de fondo el valor, cuidado y protección de la Vida. La idea nos ha gustado tanto que lo hemos traducido al castellano (gracias a la colaboración de Loly Hevia), adaptándolo un poco con nuestro estilo propio:

Misterios Luminosos del Rosario: jueves

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¿Cuáles son los misterios luminosos del Rosario?

Los misterios luminosos los introduce Juan Pablo II en el año 2002 con la publicación de la encíclica Rosarium Virginis Mariae. En dicha encíclica los explica así: «Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida pública de Jesús, la contemplación nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial «misterios de luz». En realidad, todo el misterio de Cristo es luz. Él es «la luz del mundo» (Jn 8, 12). Pero esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida pública, cuando anuncia el evangelio del Reino».

¿Cuándo se rezan los misterios luminosos?

La Iglesia establece que los Misterios Luminosos se recen los jueves, aunque como leemos en el n. 38 de Rosarium Virginis Mariae «Esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones».

Los Misterios Luminosos

A continuación enumeramos los cinco misterios dolorosos del Rosario. Junto a cada uno encontrarás el pasaje evangélico correspondiente, y una obra de arte a través del que contemplarlo.

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El Bautismo del Señor

Primer misterio luminoso

Mt 3, 13-17

»Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él. Juan se resistía, diciéndole: «Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!» Pero Jesús le respondió: «Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo». Y Juan se lo permitió. Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. Y se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección»».

Contempla el Rosario a través del arte: ''El bautismo del Señor'', Piero della Francesca aquí

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Las Bodas de Caná

Segundo misterio luminoso

Jn 2, 1-11

»Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga». Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete». Así lo hicieron. El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo  y le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento».  Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él ».

Contempla el Rosario a través del arte: ''Las bodas de Caná'', Bernat Martorell aquí

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El anuncio del Reino de los Cielos y la llamada a la conversión de los pecadores

Tercer misterio luminoso

Mc 1, 14-15

»Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia»».

Contempla el Rosario a través del arte: ''Jesús predicando'', Rembrandt aquí

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La Transfiguración del Señor

Cuarto misterio luminoso

Mt 17, 1-8

»Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo». Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: «Levántense, no tengan miedo». Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo».

Contempla el Rosario a través del arte: ''La Transfiguración'', Rafael Sanzio aquí

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La Institución de la Eucaristía

Quinto misterio luminoso

Mt 26, 26-29

»Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman, esto es mi Cuerpo». Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, diciendo: «Beban todos de ella, porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados. Les aseguro que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre»».

Contempla el Rosario a través del arte: ''La Última Cena'', Juan de Juanes aquí


Misterios Gloriosos del Rosario: miércoles y domingos

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¿Cuáles son los misterios gloriosos del Rosario?

Los misterios gloriosos, según explica san Juan Pablo II en la encíclica Rosarium Virginis Mariae, «alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatológica, hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia. Esto les impulsará necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel «gozoso anuncio» que da sentido a toda su vida». 

¿Cuándo se rezan los misterios gloriosos?

La Iglesia establece que los Misterios Gloriosos se recen los miércoles y domingos, aunque como leemos en el n. 38 de Rosarium Virginis Mariae «Esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones».

Los Misterios Gloriosos

A continuación enumeramos los cinco misterios gloriosos del Rosario. Junto a cada uno encontrarás el pasaje evangélico correspondiente, y una obra de arte a través del que contemplarlo.

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La Resurrección del Señor

Primer misterio glorioso

Mt 28, 1-8

«Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos. El Ángel dijo a las mujeres: “No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, y vayan en seguida a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán”. Esto es lo que tenía que decirles”. Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y corrieron a dar la noticia a los discípulos»

Contempla el Rosario a través del arte: ''La Resurrección'', Pericle Fazzini aquí

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La Ascensión del Señor al Cielo

Segundo misterio glorioso

Hch 1, 6-11

«Los que estaban reunidos le preguntaron: “Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?” Él les respondió: “No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra”. Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir”.3. La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la Virgen María»

Contempla el Rosario a través del arte: ''La Ascensión del Señor'', Giotto aquí

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La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles

Tercer misterio glorioso

Hch 2, 1-13

«Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían: “¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”. Unos a otros se decían con asombro: “¿Qué significa esto?” Algunos, burlándose, comentaban: “Han tomado demasiado vino»

Contempla el Rosario a través del arte: ''La venida del Espíritu Santo'', El Greco aquí

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La Asunción de María Santísima al Cielo

Cuarto misterio glorioso

Sal 45, 14-16

«Radiante de gloria, la hija del rey enjoyada -de brocados de oro su vestido, con bordados de colores-, es conducida ante el rey. Vírgenes, sus damas, forman su séquito, son conducidas ante ti; son conducidas en medio de la alegría y regocijo; entran en el palacio del rey»

Contempla el Rosario a través del arte: ''La Asunción de la Virgen María'', Tiziano aquí

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La Coronación de María Santísima como Reina y Señora de todo lo creado

Quinto misterio glorioso

Ap 12, 1-17

«Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera.

La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio para que allí fuera alimentada durante mil doscientos sesenta días.

Entonces se libró una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el Dragón, y este contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo. Y así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles. Y escuché una voz potente que resonó en el cielo:

“Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías, porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios. Ellos mismos lo han vencido, gracias a la sangre del Cordero y al testimonio que dieron de él, porque despreciaron su vida hasta la muerte. ¡Que se alegren entonces el cielo y sus habitantes, pero ay de ustedes, tierra y mar, porque el Diablo ha descendido hasta ustedes con todo su furor, sabiendo que le queda poco tiempo!”

El Dragón, al verse precipitado sobre la tierra, se lanzó en persecución de la Mujer que había dado a luz al hijo varón. Pero la Mujer recibió las dos alas de la gran águila para volar hasta su refugio en el desierto, donde debía ser alimentada durante tres años y medio, lejos de la Serpiente. La Serpiente vomitó detrás de la Mujer como un río de agua, para que la arrastrara. Pero la tierra vino en ayuda de la Mujer: abrió su boca y se tragó el río que el Dragón había vomitado. El Dragón, enfurecido contra la Mujer, se fue a luchar contra el resto de su descendencia, contra los que obedecen los mandamientos de Dios y poseen el testimonio de Jesús»

Contempla el Rosario a través del arte: ''La Coronación de la Virgen María'', Diego Velázquez aquí


Misterios Dolorosos del Rosario: Martes y Viernes

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¿Cuáles son los misterios dolorosos del Rosario?

Los misterios dolorosos son también conocidos como misterios de dolor. Según explica Juan Pablo II en la encíclica Rosarium Virginis Mariae, los misterios dolorosos «llevan el creyente a revivir la muerte de Jesús poniéndose al pie de la cruz junto a María, para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora».

¿Cuándo se rezan los misterios dolorosos?

La Iglesia establece que los Misterios Dolorosos se recen los martes y viernes, aunque como leemos en el n. 38 de Rosarium Virginis Mariae «Esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones»

Los Misterios Dolorosos

A continuación enumeramos los cinco misterios dolorosos del Rosario. Junto a cada uno encontrarás el pasaje evangélico correspondiente, y una obra de arte a través del que contemplarlo.

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La Oración en el Huerto

Primer misterio doloroso

Mc 14, 32-42

»Llegaron a una propiedad llamada Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos. «Quédense aquí, mientras yo voy a orar». Después llevó con él a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir temor y a angustiarse. Entonces les dijo: «Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense aquí velando». Y adelantándose un poco, se postró en tierra y rogaba que, de ser posible, no tuviera que pasar por esa hora. Y decía: «Abbá —Padre— todo te es posible: aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». Después volvió y encontró a sus discípulos dormidos. Y Jesús dijo a Pedro: «Simón, ¿duermes? ¿No has podido quedarte despierto ni siquiera una hora? Permanezcan despiertos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil». Luego se alejó nuevamente y oró, repitiendo las mismas palabras. Al regresar, los encontró otra vez dormidos, porque sus ojos se cerraban de sueño, y no sabían qué responderle. Volvió por tercera vez y les dijo: «Ahora pueden dormir y descansar. Esto se acabó. Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que me va a entregar»».

Contempla el Rosario a través del arte: ''La oración en el huerto'', Duccio di Buoninsegna aquí

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La Flagelación del Señor

Segundo misterio doloroso

Mt 27, 11-26

»Jesús compareció ante el gobernador, y este le preguntó: «¿Tú eres el rey de los judíos?» Él respondió: «Tú lo dices». Al ser acusado por los sumos sacerdotes y los ancianos, no respondió nada. Pilato le dijo: «¿No oyes todo lo que declaran contra ti?» Jesús no respondió a ninguna de sus preguntas, y esto dejó muy admirado al gobernador. En cada Fiesta, el gobernador acostumbraba a poner en libertad a un preso, a elección del pueblo. Había entonces uno famoso, llamado Barrabás. Pilato preguntó al pueblo que estaba reunido: «¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el Mesías?» Él sabía bien que lo habían entregado por envidia. Mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: «No te mezcles en el asunto de ese justo, porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho». Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud que pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. Tomando de nuevo la palabra, el gobernador les preguntó: «¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?» Ellos respondieron: «A Barrabás». Pilato continuó: «¿Y qué haré con Jesús, llamado el Mesías?». Todos respondieron: «¡Que sea crucificado!» Él insistió: «¿Qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: «¡Que sea crucificado!» Al ver que no se llegaba a nada, sino que aumentaba el tumulto, Pilato hizo traer agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: «Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto de ustedes». Y todo el pueblo respondió: «Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos». Entonces, Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado».

Contempla el Rosario a través del arte: ''La flagelación del Señor'', Bouguereau aquí

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La Coronación de Espinas

Tercer misterio doloroso

Mc 15, 15-20

»Los soldados lo llevaron dentro del palacio, al pretorio, y convocaron a toda la guardia. Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una corona de espinas y se la colocaron. Y comenzaron a saludarlo: «¡Salud, rey de los judíos!» Y le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando la rodilla, le rendían homenaje. Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo».

Contempla el Rosario a través del arte: ''Ecce homo'', Valdés Leal aquí

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Jesús con la cruz a cuestas

Cuarto misterio doloroso

Jn 19, 6-17

»Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucificaran, y ellos se lo llevaron. Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado «del Cráneo», en hebreo, «Gólgota»».

Contempla el Rosario a través del arte: ''Cristo con la Cruz a cuestas'', Tiziano aquí

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Jesús muere en la cruz

Quinto misterio doloroso

Mt 27, 33-50

»Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que significa «lugar del Cráneo», le dieron de beber vino con hiel. Él lo probó, pero no quiso tomarlo. Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron; y sentándose allí, se quedaron para custodiarlo. Colocaron sobre su cabeza una inscripción con el motivo de su condena: «Este es Jesús, el rey de los judíos». Al mismo tiempo, fueron crucificados con él dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Los que pasaban, lo insultaban y, moviendo la cabeza, decían: «Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!» De la misma manera, los sumos sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, se burlaban, diciendo: «¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es rey de Israel: que baje ahora de la cruz y creeremos en él. Ha confiado en Dios; que él lo libre ahora si lo ama, ya que él dijo: «Yo soy Hijo de Dios»». También lo insultaban los bandidos crucificados con él. Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, las tinieblas cubrieron toda la región. Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó en alta voz: «Elí, Elí, lemá sabactani», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: «Está llamando a Elías». En seguida, uno de ellos corrió a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña, le dio de beber. Pero los otros le decían: «Espera, veamos si Elías viene a salvarlo». Entonces Jesús, clamando otra vez con voz potente, entregó su espíritu.».

Contempla el Rosario a través del arte: ''Crucifixión del Señor'', Matthias Grünewald aquí


Misterios Gozosos del Rosario: lunes y sábado

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¿Cuáles son los misterios gozosos del Rosario?

Los misterios gozosos, según explica Juan Pablo II en la encíclica Rosarium Virginis Mariae tienen unas raíces profundas. Meditarlos «significa adentrarse en los motivos últimos de la alegría cristiana y en su sentido más profundo. Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnación y sobre el sombrío preanuncio del misterio del dolor salvífico. María nos ayuda a aprender el secreto de la alegría cristiana, recordándonos que el cristianismo es ante todo evangelion, ‘buena noticia’, que tiene su centro o, mejor dicho, su contenido mismo, en la persona de Cristo, el Verbo hecho carne, único Salvador del mundo».

¿Cuándo se rezan los misterios gozosos?

La Iglesia establece que los Misterios Gozosos se recen los lunes y sábados, aunque como leemos en el n. 38 de Rosarium Virginis Mariae «Esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones»

Los Misterios Gozosos

A continuación enumeramos los cinco misterios gozosos del Rosario. Junto a cada uno encontrarás el pasaje evangélico correspondiente, y una obra de arte a través del que contemplarlo.

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La Encarnación del Hijo de Dios

Primer misterio gozoso

Lc 1, 26-38

»En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».

María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?» El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».

María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó».

Contempla el Rosario a través del arte: ''La Anunciación'', Fra Angélico aquí

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La Visitación de María a su prima Santa Isabel

Segundo misterio gozoso

Lc 1, 39-45

»En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor»»

Contempla el Rosario a través del arte: ''La Visitación'', Rafael Sanzio aquí

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El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén

Tercer misterio gozoso

Lc 2, 1-7

»En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.  Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.  José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David,  para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre;  y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue».

Contempla el Rosario a través del arte: ''La adoración de los pastores'', Murillo aquí

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La presentación de Jesús en el templo

Cuarto misterio gozoso

Lc 2, 22-28

»Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor,  como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él  y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley,  Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios».

Contempla el Rosario a través del arte: ''Nunc Dimittis'', Anónimo aquí

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El  Niño perdido y hallado en el templo

Quinto misterio gozoso

Lc 2, 40-52

»El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. Jesús entre los doctores de la Ley. Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.  Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados».  Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» Ellos no entendieron lo que les decía».

Contempla el Rosario a través del arte: ''Jesús Niño discute con los maestros del Templo'', William Holman Hunt aquí


Catequesis del Papa Francisco: los 10 mandamientos

El Papa Francisco explica los 10 mandamientos

Las catequesis del Papa Francisco desde junio de 2018 hasta noviembre de 2018 durante la audiencia general de los miércoles tuvieron como tema los diez mandamientos.

El Papa Francisco ha dedicado un buen número de las catequesis que comparte con los peregrinos que acuden al Vaticano a profundizar en el sentido del decálogo y de cada uno de los mandamientos en particular con un enfoque novedoso y que puede ayudar a presentar los mandamientos en un modo más fresco y cercano a los jóvenes.

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CONTENIDOS:

Decálogo
Primer Mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas
Segundo">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#segundomandamiento">Segundo Mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano
Tercer">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#tercermandamiento">Tercer Mandamiento: Santificarás las fiestas
Cuarto">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#cuartomandamiento">Cuarto Mandamiento: Honrarás a tu padre y a tu madre
Quinto">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#quintomandamiento">Quinto Mandamiento: No matarás
Sexto">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#sextomandamiento">Sexto Mandamiento: No cometerás actos impuros
Séptimo">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#septimomandamiento">Séptimo Mandamiento: No robarás
Octavo">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#octavomandamiento">Octavo Mandamiento: No dirás falso testimonio ni mentirás
Noveno">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#novenodecimomandamientos">Noveno y Décimo Mandamientos: No tendrás pensamientos ni deseos impuros. No codiciarás los bienes ajenos
Resumen">https://www.arguments.es/catequesis-papa-francisco-10-mandamientos/#resumen">Resumen de los 10 mandamientos

Descargar todas las Catequesis del Papa Francisco sobre los mandamientos (.zip)

El Decálogo

13 de junio de 2018

Catequesis 1: El joven rico

20 de junio de 2018

Catequesis 2: Las 10 palabras

Primer mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas

1 de agosto de 2018

Catequesis 4: Los ídolos

8 de agosto de 2018

Catequesis 5: El becerro de oro

Segundo Mandamiento: No tomarás el nombre de Dios en vano

22 de agosto de 2018

Catequesis 6: El nombre de Dios

Tercer Mandamiento: Santificarás las fiestas

5 de septiembre de 2018

Catequesis 7: El descanso

Cuarto Mandamiento: Honrarás a tu padre y a tu madre

19 de septiembre de 2018

Catequesis 9: Todos podemos ser felices

Quinto Mandamiento: No matarás

Sexto Mandamiento: No cometerás actos impuros

Séptimo Mandamiento: No robarás

7 de noviembre de 2018

Catequesis 14: Administradores de bienes

Octavo Mandamiento: No dirás falso testimonio ni mentirás

14 de noviembre de 2018

Catequesis 15: Testigos de la verdad

Noveno y Décimo Mandamiento: No tendrás pensamientos ni deseos impuros. No codiciarás los bienes ajenos

21 de noviembre de 2018

Catequesis 16: El corazón del hombre

Resumen de los Mandamientos

28 de noviembre de 2018

Catequesis 17: Los deseos

Catequesis de confirmación

El siguiente curso de catequesis parte del libro “100 preguntas para la Confirmación“, publicado por el Arzobispado de Pamplona y Tudela en 2009 como texto básico para la preparación inmediata a este sacramento en la diócesis.

El método didáctico utilizado consiste en plantear a los jóvenes una serie de preguntas previas a la lectura de los puntos correspondientes. Las diversas opciones de respuesta y los comentarios que siguen a cada elección clarifican la doctrina y predisponen al lector a asimilar la formación con cierta autocrítica.

El catequista dispone de estas mismas preguntas en formato PDF en dos versiones: una con respuestas y otra sin ellas. De este modo pueden hacer uso del material formativo siempre que no sea posible acceder a Internet.

En la última actualización de la catequesis por parte de Arguments en 2018 hemos adaptado los textos a preguntas de Kahoot, una herramienta online que permite contestar a las preguntas en forma de juego a través del teléfono móvil.

Nueva catequesis para móviles en Kahoot
Catequesis interactiva
Catequesis en .pdf

Nueva Catequesis de Confirmación para móviles

¿Tus alumnos de catequesis de confirmación están jugando siempre con el móvil y no consigues que te escuchen? Prueba nuestra catequesis de confirmación a través de Kahoot.

Los participantes, a través del móvil, dan su respuesta a las preguntas planteadas. Y si quieres añadir más preguntas o hacerlo de manera distinta, aquí te enseñamos cómo funciona Kahoot y cómo hacer para construir nuevos Kahoot.

1.1 El Credo, la fe de la Iglesia. Preguntas 1-23

JUGARJUGAR

1.2 El Credo, la fe de la Iglesia. Preguntas 24-51

JUGARJUGAR

2. Los Sacramentos

JUGARJUGAR

3. Los Mandamientos

JUGARJUGAR

4. El Padrenuestro

JUGARJUGAR

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Catequesis de confirmación interactiva

Catequesis interactiva para la confirmación. El curso está elaborado con la idea de facilitar su realización con autonomía (autoevaluación, lectura de los textos sugeridos en el manual, glosario que refuerza los conceptos principales, imágenes que ilustran lo que se está estudiando, etc.).

Para iniciar el curso interactivo, necesitarás tener Adobe Flash Player activo en tu ordenador. Para tabletas podría no funcionar.

1. EL CREDO, LA FE DE LA IGLESIA

2. LOS SACRAMENTOS

3. LOS MANDAMIENTOS

4. EL PADRENUESTRO

Catequesis de confirmación en .pdf

Si necesitas una catequesis de confirmación sin conexión a Internet, una catequesis de confirmación para descargar y poder llevar a donde quieras te recomendamos estos ejercicios. Te damos la opción de descargarlos con o sin respuestas.

1. El Credo, la fe de la Iglesia

CON RESPUESTAS

SIN RESPUESTAS

2. Los sacramentos

CON RESPUESTAS

SIN RESPUESTAS

3. Los mandamientos

CON RESPUESTAS

SIN RESPUESTAS

4. El Padrenuestro

CON RESPUESTAS

SIN RESPUESTAS

Comienza a jugar con Cateplay Online - Instrucciones

Cateplay es un juego que reta los conocimientos adquiridos con el catecismo. Se juega por equipos y con árbitro, con actividades extraídas del Catecismo para niños Jesús es el Señor, de la Conferencia Episcopal Española.

El juego Cateplay es un buen complemento de la catequesis multimedia. La participación de los padres y/o del catequista se justifica por la necesidad de contar con un árbitro que ayude a hacer las actividades con seriedad y empeño.

Instrucciones del juego

Jugar con Cateplay es muy fácil. Siempre se juega con dos equipos y un árbitro, aunque también puedes practicar solo y jugar contra tu otro yo sin hacer trampas. Básicamente hay que hacer dos cosas:

  1. Pulsa sobre el dado del equipo al que le toca. Tu ficha avanzará o retrocederá a la casilla correspondiente.
  2. Pulsa sobre la casilla a la que te ha enviado el dado.
Cateplay

Todas las casillas explican qué ocurre y la mayoría ejecutan la acción de forma automática. Pero en el caso de las casillas DIBUJO, MÍMICA, TABÚ y ORACIÓN, se necesita la presencia de un árbitro (tu papá, tu mamá, el catequista o un amigo).

Es importante que el árbitro juegue limpio, como siempre se espera de un buen árbitro.

Los contenidos de las actividades corresponden, repartidos en niveles, a los contenidos de los núcleos temáticos de Jesús es el Señor:

Por eso, lo mejor es que juegues en el nivel donde te encuentras, o en uno inferior: depende de lo difícil que lo quieras hacer.

Juega todas las partidas que quieras. Cuantas más juegues, más aprenderás.

Arguments