San Juan Bautista es el primo de Jesús. Hijo de Isabel y Zacarías. Su nacimiento constituye un hecho extraordinario que revela la acción todopoderosa de Dios, que les concede un hijo siendo Isabel anciana y estéril. Fue también el precursor del Mesías, el primero en reconocerlo y quien bautizó a Jesús. Es el santo más representado en el arte de todos los siglos, con frecuencia retratado siendo niño junto al pequeño Jesús. El culto de San Juan Bautista se difundió muy pronto en toda la cristiandad; muchas ciudades tomaron el nombre y lo eligieron como patrono, como Turín, Florencia, Génova y Ragusa en Italia.
<a href="https://open.spotify.com/episode/1qh5gAOWccj62yRDTGuOmJ?si=nHkFdduIRxmdZOXW3fs6lA[/embed]">https://open.spotify.com/episode/1qh5gAOWccj62yRDTGuOmJ?si=nHkFdduIRxmdZOXW3fs6lA “Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías”, así se define Juan Bautista a sí mismo y su misión. Los Evangelios nos dicen que vivía en el desierto, vestido con piel de camello, comía langostas y miel silvestre, hacía penitencia y predicaba invitando a la conversión. Es el elegido para anunciar la venida del Mesías, del Salvador: “—Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros hay uno a quien vosotros no conocéis; uno que viene después de mí, aunque yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de su calzado. Esto ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando”, Juan 1, 19-28. Un día, a orillas del río Jordán, se produce el encuentro con Jesús que le pide ser bautizado él también. Es un bautismo de penitencia el que realiza Juan y que es figura del Bautismo según el Espíritu. “Yo los bautizo con agua para la conversión – decía a sus discípulos – pero el que viene después de mí es más poderoso que yo y yo ni siquiera soy digno de desatar los lazos de sus sandalias. Y él los bautizará en Espíritu Santo y fuego”, Juan 1, 19-28. Y después de haber bautizado al Salvador revelaba: “Ahora mi alegría es completa. Él debe crecer y yo, en cambio, disminuir”. Juan había cumplido su misión.
San Juan Bautista es uno de los tres protagonistas del Adviento, junto a la Virgen María y al profeta Isaías. https://www.arguments.es/liturgia/los-protagonistas-del-adviento/
Su fiesta se celebra el 24 de junio, el día de su natividad. Hay años que su fiesta se traslada al día anterior (al 23 de junio) si cae en viernes y coincide con la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Es el único santo al que se le conmemora el día de su nacimiento, en lugar del día de su muerte y marcha al Cielo.
San Juan Bautista fue degollado. Estaba arrestado por orden del Rey Herodes a causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe, con la que se había casado después él. Juan le había recordado que era ilícito estar con la mujer de su hermano. Herodes, que veía en Juan a un hombre justo, no había querido mandarlo a matar y solo lo había encarcelado. Pero Herodías, en el cumpleaños de su hija, tras el baile y el deleite de todos los invitados y el juramento de Herodes de darle cualquier cosa, Herodías convenció a su hija de que pidiera como premio la cabeza de Juan Bautista en una bandeja de plata. Murió decapitado por defender y decir la verdad. Su cabeza se conserva en la actualidad en la iglesia de San Silvestre in Capite en Roma, pero privada de la mandíbula, que se encuentra en la catedral de San Lorenzo de Viterbo.
https://www.arguments.es/vocacion/2018/10/19/san-juan-bautista-el-primo-de-jesus/
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La víspera de San Juan o Noche de San Juan, se asocia con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días iba haciéndose más "débil" ?los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente, el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban. Se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en Inglaterra, Irlanda, España, Portugal, Finlandia y Estonia. En Sudamérica (donde se acerca al solsticio de invierno) es festejada especialmente en el nordeste de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela, donde la noche de San Juan está así mismo relacionada con antiquísimas tradiciones y leyendas españolas como la Leyenda de la Encantada.
Son muchas las costumbres y rituales que giran alrededor de esta festividad, y muchas son la creencias que se relacionan con esta mágica noche; entre las contables tradiciones podemos destacar la que dice que: En el momento en el que el sol ilumine el amanecer del día 24, las aguas de fuentes y arroyos se cargan de poderes especiales para curar y brindar protección a la gente. Quien se bañe en el rocío que cae esa noche quedará protegido durante todo el año. Meterse desnudo de espaldas al mar mirando la luna permitirá que quien lo haga obrará a lo largo del año con buena suerte y ciertos prodigios. Pedir deseos al saltar por las hogueras es otra de las costumbres más emblemáticas y populares. Lanzar objetos que traen malos recuerdos o cartas con la lista de los miedos y las personas que quieres desechar de tu lado. Un ritual muy usado para obtener suerte y una conciencia equilibrada.
