Llenos de todavias

01/09/2017 | Por Arguments

Antonio Rojas

Arguments

catequesis

la chispa

">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2017/09/Todavía-no-1-1-e1504257399587.jpg"> Cada problema trae en las manos un regalo para ti. -Richard Bach-  He oído hablar de una escuela de Chicago donde usan el poder motivador del todavía. En dicha escuela, para graduarse, hay que pasar varios cursos, y si no lo consiguen, se les califica con todavía no. Me parece un recurso sencillo y eficaz, porque frente a un fracaso, una dificultad, una enfermedad, un problema cualquiera, la tendencia generalizada es quejarse y encogerse, pero con un todavía no se pone en marcha el proceso de mejora del aprendizaje. El todavía no abre un camino esperanzado hacia el futuro. Esta actitud predispone a la mentalidad de desarrollo, como se ha comprobado en diversos estudios. Los alumnos que suspenden buscan a compañeros con tan malos o con peores resultados que ellos, para sentirse mejor con ellos mismos: huyen de las dificultades. Haciendo un estudio de la actividad eléctrica del cerebro a estudiantes que se enfrentan a dificultades, se observa que, la zona izquierda, es la que utilizan los estudiantes con mentalidad fija, no hay casi actividad, huyen del error, no se ocupan de él. A la derecha, aparecen estudiantes con una mentalidad de desarrollo, involucrados a fondo, comprometidos. Sus cerebros no dejan de pensar en el todavía; procesan el error, aprenden de él y lo corrigen. Hace poco visité a un amigo que, tras una serie de accidentes y enfermedades, ha visto su movilidad muy reducida; apenas puede andar. Al saludarlo en su casa, me sorprendió su actitud positiva: —¡Hola, Juan! ¿Cómo te encuentras? ¿Ya caminas?           —Todavía no, pero ya queda menos.            Mientras regresaba a casa se me ocurrió pensar que una buena forma de gastar la vida sería tratando de construir puentes hacia el todavía. Está comprobado que las palabras todavía o aún no, generan una mayor confianza, muestran caminos hacia el futuro y mejoran la perseverancia. Las habilidades son capaces de crecimiento y nuestra preocupación debería ser vivir en lugares que crean este crecimiento, que potencian las mejoras, que estimulan la superación. Pongamos nuestro granito de arena para vivir en zonas llenas de todavias.

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