INSPIRATION-PERSPIRATION

08/06/2018 | Por Arguments

Antonio Rojas

Arguments

catequesis

la chispa

">http://www.arguments.es/wp-content/uploads/lachispa/2018/06/inspiracion-1-e1528461663559.jpg"> El entusiasmo es la madre del esfuerzo,  y sin él jamás se consiguió nada grande. -Ralph Waldo Emerson- Es paradigmático el caso de George Joe, estudiante de secundaria en una pequeña ciudad en el Centro-Norte de Texas, una comarca famosa por su pasión por el fútbol americano preuniversitario. Dicen que hay un par de cosas en las que todo buen tejano coincide: su amor desmedido por las armas de fuego y el football. El fútbol americano en Texas es algo más que amor y pasión, es una auténtica religión, da igual que sea fútbol de high school, de college o profesional, el fútbol es lo único que es tan grande como el propio estado, es su religión. Ocurre que, en los pequeños institutos de enseñanza secundaria, no suele haber suficientes jugadores para cada demarcación: defensa, ataque, jugadas especiales, etc., por lo que cada jugador debe desempeñar varias tareas. George Joe desarrollaba cuatro tareas: quarterback: encargado de mover el balón en ataque, porque era habilidoso tanto en el pase como a la hora de correr con la pelota; cornerback: zaguero lateral en defensa; kick returner: encargado de recibir la pelota tras el pateo del equipo rival y tratar de llevarla de nuevo al campo contrario; y punter: pateador. Lo más asombroso es que no destacaba por su físico, normalmente era el jugador más bajo y delgado sobre el terreno de juego, con apenas 1,70m. de altura y 63.5kg de peso. Además, no era excesivamente veloz, aunque sí rápido y ágil. ¿Dónde estaba el secreto para que un joven tan bajo y delgado desempeñara tantas tareas en un equipo que tenía un largo historial de triunfos temporada tras temporada? El secreto estaba en que George amaba el deporte con pasión y entusiasmo ilimitado. Los que lo conocían lo definían gráficamente con el inspiration-perspiration: cincuenta por ciento inspiración y cincuenta por ciento sudor. Y, claro, verlo jugar era todo un deleite. Todos tenemos experiencias de personas de nuestro entorno que, por no ser constantes y entusiastas en el esfuerzo, a pesar de sus muchas y buenas cualidades, no consiguieron metas destacables. Y también conocemos personas que, con menos talento, llegaron lejos ejercitando a diario, tenazmente, con entusiasmo, sus cualidades. Casi siempre es por falta de elevadas y nobles aspiraciones apoyadas en el entusiasmo, la perseverancia y la voluntad de crecimiento, por lo que fracasamos en dar calidad a nuestras vidas. Y es que, aunque no esté escrita, hay una importante ley de la vida: el entusiasmo facilita la consecución de logros. Es indudable, pero no basta el entusiasmo momentáneo de la inspiración, hace falta, además, la acción mantenida con entusiasmo. Se vuela con dos alas: inspiratio y perspiration.

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