Deberíamos recibir bien los trabajos, sabiendo que vienen por providencia divina. -Séneca- Ni en ciencia ficción podía imaginarse la malagueña Celia Canseco, 20 años, que aquel día que paseaba tranquilamente por el campus de la universidad de Navarra, camino de un examen, un camión iba a dar marcha atrás y arrollarla: 12 roturas, varias operaciones y 22 días en la UCI. ─Cuando estaba en el suelo ─cuenta Celia─, entre las ruedas, me sentí sostenida por Dios y me puse a rezar. Más adelante, en la ambulancia, noté que me moría. Y fue ahí cuando le dije a Dios que me…
Antonio Rojasdiciembre 13, 2019